Cuando las personas pierden la conexión emocional las unas con las otras, surgen los conflictos. Esto sucede en el ambiente laboral, familiar y personal. Cuando no podemos conectar con el otro, tampoco podemos comprender su postura, por lo que no somos capaces de encontrar soluciones al problema que tenemos delante de nuestros ojos. En este artículo te hablaremos sobre la importancia de la educación emocional a la hora de resolver conflictos en nuestro día a día.
¿Cómo se desarrollan nuestras emociones?
Lo primero que debemos de entender sobre las emociones, es que estas actúan y se desarrollan de una manera muy distinta, dependiendo de las distintas etapas de nuestra vida.
Etapa de 0 a 1 año
Esta es la etapa en donde se desarrollan las competencias motrices de las personas. Los niños pasan de una postura horizontal a vertical. Si el objetivo se cumple de una manera apropiada, durante esta etapa el niño cultivará emociones de seguridad y confianza en sí mismo y en su entorno.
Etapa de 1 a 2 años
En esta etapa el niño continuará desarrollando sus sistema motriz, pero ahora también podrá tomar consciencia de algunas situaciones que suceden a su alrededor. Podrá mostrar enojo y descontento. En esta fase se continúa desarrollando la confianza, siempre y cuando exista una evolución óptima.
Etapa de 2 a 3 años
En esta etapa, las niñas y los niños comienzan a desarrollar su comunicación con el mundo exterior, y su autonomía. En esta fase podrán surgir emociones de vergüenza e inseguridad, si algunas cosas no salen de acuerdo a lo esperado. El niño o niña debe ser acompañado y apoyado, sin ningún tipo de exigencia o presión.
Etapa de 3 a 4 años
En esta etapa se desarrolla el movimiento y la comunicación. Es importante que el niño o niña reciban motivación y reconocimiento por sus logros adquiridos. Los padres y tutores deben dedicar tiempo de calidad a los niños, para que estos aprendan a realizar las distintas actividades y tareas.
¿Qué sucede en nuestro cerebro?
«Para que nuestro comportamiento no se caracterice por la impulsividad, la inmediatez y la falta de precisión, es necesario que exista una integración horizontal de ambos hemisferios, así como una integración vertical, del cerebro inferior con el cerebro superior«
La conexión emocional no solo implica que nuestras etapas evolutivas se hayan transitado de una manera saludable y feliz. El cerebro también influye mucho, a la hora de hablar de emociones.
Hemisferio derecho: es la parte encargada de las emociones, las experiencias y los recuerdos personales.
Hemisferio izquierdo: es la parte lógica, lingüística y lineal.
Parte inferior: se encarga de los comportamientos impulsivos.
Parte superior: se encarga de planificar y tomar decisiones.
Nuestro cerebro no llega a considerarse totalmente maduro hasta la edad de 22 años. Para llegar a mantener una conexión emocional saludable, es necesario que todas las áreas cerebrales se desarrollen de una manera óptima y saludable.
Conexión emocional para encontrar soluciones
Por más racional que sea una persona, es muy probable que si esta mantiene una edad disminuida, aun no tenga la capacidad de reflexionar y comprender determinada situación. Esto hará que los conflictos sean mayores y se den de manera más frecuentes. Ahora bien, cuando vamos creciendo, si hemos desarrollado nuestras fases evolutivas de manera apropiada, es de esperar que tengamos la suficiente capacidad como para resolver nuestros conflictos de una manera civilizada y lógica.
Además, es importante que el contexto y el estado de la persona también influyen, a la hora de resolver un conflicto. Una persona que se encuentre agotada y estresada, tendrá menos disposición a solucionar un conflicto, que una persona que se encuentre en una buena condición de salud.
Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos tenido que enfrentar a algún tipo de conflicto. Esto no quiere decir que somos personas poco desarrolladas. Recuerda que tus problemas y conflictos no te definen, sino que lo que si lo hace, es la manera en la que te enfrentas a ellos.
Existen muchas alternativas que podemos utilizar para lograr equilibrar nuestras emociones y lograr solucionar nuestros conflictos de una manera más sencilla. Prácticas como el yoga y la meditación resultan ser excelentes a la hora de volvernos a nuestro eje, y calmar todo lo que sucede en nuestro interior. Este tipo de actividades suelen traer muy buenos beneficios para nuestra salud.