A lo largo de la historia se han desarrollado distintas técnicas y herramientas para conseguir resolver distintos tipos de conflictos. En este caso, hablaremos del Método Scamper, una herramienta diseñada para la resolución de conflictos en el trabajo. Te aseguramos que esta estrategia te será de gran utilidad.
¿Qué es el método Scamper?
El método Scamper puede ser definido como una especie de perfeccionamiento de la técnica de brainstorming. Esta estrategia se basa en la monitorización de hábitos e intercambios de ideas entre distintos grupos de personas.
A su vez, es importante destacar también que la palabra “Scamper” surge del cruce entre las iniciales de distintos verbos de acción, como lo son por ejemplo: combinar, adaptar, sustituir, modificar, proponer, eliminar y reordenar. Para entender cómo funciona el método Scamper, tendríamos que pensar, primeramente, en las preguntas que se vinculan a estos verbos. Dichas preguntas serían:
Combinar. ¿Qué se puede combinar?
Adaptar. ¿Cómo adaptarlo?
Sustituir. ¿Qué se puede sustituir?
Modificar. ¿Se podría modificar?
Proponer. ¿Puede ser de otra forma?
Eliminar. ¿Se podría eliminar o disminuir?
Reordenar. ¿Puede cambiarse el orden de algún aspecto, paso o característica?
Según los expertos, el método Scamper puede ser utilizado como una estrategia de resolución de conflictos en el trabajo y en cualquier ámbito de la vida. De hecho, también puede ser aplicada para situaciones extremas o de alta urgencia.
¿Cómo poner en práctica esta estrategia de resolución de conflictos en el trabajo?
Para poner en marcha el método Scamper, deberán de seguirse una serie de acciones o fases, las cuales detallaremos a continuación:
Identificación del problema
Para utilizar esta estrategia de resolución de conflictos en el trabajo, lo primero que tendremos que hacer es identificar la situación conflictiva o el problema. Es importante recordar que este método también puede resultar ser eficiente a la hora de resolver conflictos personales.
Preguntas “Scamper”
Como ya hemos visto, la palabra “Scamper” surge del cruce de una serie de verbos de acción. Luego de delimitar el problema, lo siguiente que tendremos que hacer es realizar las preguntas: ¿por qué tenemos este problema?, ¿qué lo ha ocasionado?, ¿cómo podemos intervenir?, entre otras.
Organización de respuestas
Esta es una de las principales claves del método Scamper. Por más insignificante o ridícula que pueda llegar a parecer una respuesta, siempre deberá de ser tenida en cuenta. En ocasiones, las ideas más descabelladas suelen ser las que encierran la solución del problema. Todas las opiniones deben de ser analizadas y consideradas.
Evaluación de ideas
En esta fase, se descartarán las ideas que no serán utilizadas para resolver el conflicto. Sin embargo, es muy importante no eliminar del todo las ideas y opiniones que no han sido tenidas en cuenta para esta ocasión, ya que más adelante podrían ser de utilidad para resolver otro tipo de conflictos.
Selección
Como paso final, habrá que realizar una selección de las ideas más apropiadas para resolver el conflicto. Además, deberá de argumentarse por qué se utilizar dichas ideas.
Efectividad del método Scamper
Las agencias corporativas suelen utilizar el método Scamper como una de sus principales estrategias para la resolución de conflictos en el trabajo. Se trata de una técnica sencilla y práctica, la cual deberá de ser abordada por un equipo de colaboradores. Además, lo mejor de todo, es que esta estrategia también pude ser utilizada para resolver conflictos personales o familiares.
“La creatividad implica romper con patrones establecidos para mirar las cosas de otra forma”.-Edward de Bono-
Por otra parte, es importante destacar que esta metodología de resolución de conflictos también puede ser utilizada para fomentar la creatividad y la empatía de los empleados. Al aplicar esta estrategia, todos los colaboradores tendrán que aprender a interactuar entre sí, para llegar finalmente a un acuerdo.
Según lo demostrado por la ESADE en una de sus encuestas, el método Scamper puede llegar a tener una efectividad de hasta un 80% a la hora de resolver conflictos en distintos ámbitos. Es quizás por esto que cada día son más los equipos de trabajo que deciden implementar este tipo de estrategias resolutivas en sus prácticas cotidianas.