El mundo laboral se ha convertido en un entorno muy competitivo. A la hora de asistir a una entrevista de trabajo, ya no importa tan solo la experiencia y los títulos obtenidos. Ahora, los reclutadores también se fijarán en las competencias culturales de sus postulantes. Es por este motivo que hoy dedicaremos este artículo a hablar sobre la importancia de las competencias culturales a la hora de conseguir el éxito laboral.
¿Qué son las competencias culturales?
Antes de definir qué son las competencias culturales, es necesario aclarar qué es una competencia. Las competencias son habilidades, actitudes, destrezas y conocimientos, definidos por determinada organización. A su vez, las competencias deben ir en sincronía con los valores y la gestión empresarial.
Las competencias culturales son las habilidades, destrezas y conocimientos que le permitirán a una persona desarrollarse profesionalmente en distintos contextos interculturales. Además, el estudio cualitativo de Saavedra Macías, Bascón Díaz , Arias Sánchez y Español, publicado en la Revista Psicoperspectivas, nos aclara que las competencias culturales abarcan diversas dimensiones, como lo son las siguientes:
Carácter Legal-Administrativo: Se relacionan con la política y la legislación.
Organizacional: Se vinculan con los recursos flexibles y permeables que caracterizan a las distintas comunidades.
Individual: Se vinculan a las capacidades del profesional, desde la perspectiva de la diversidad cultural.
Cognitiva: Estas competencias requieren un análisis y reflexión crítica acerca del mundo y de cada contexto intercultural en particular.
También es importante destacar que las competencias culturales no refieren a un proceso lineal e independiente. Se trata de situaciones y acciones que requieren de solidaridad, empatía e interconexión social.
“Cada persona, sistema, institución o programa afronta determinados contratiempos y logra metas específicas en cada una de las etapas” (Martínez, Martínez y Calzado, 2006).
Competencias culturales en la actualidad
En la actualidad, el trabajo se ha ido diversificando de distintas maneras. La globalización y las nuevas tecnologías han permitido que las personas viajen y ocupen puestos de trabajo en distintas partes del mundo.
Este hecho lleva a que los profesionales se encuentren constantemente expuestos a distintas culturas y formas de vida. Se trata de una transformación no solo a nivel profesional y laboral, sino también a nivel social, político y legal.
Imaginemos por ejemplo a una multinacional que tiene colaboradores de distintos países; ¿cómo debería de comunicarse y acercarse la empresa a sus empleados? Por otra parte, pensemos también en los trabajadores que desempeñan sus labores a distancia, y que se encuentran constantemente conectados (virtualmente) con superiores y compañeros de trabajo procedentes de otros países.
En el mundo existen culturas y costumbres muy diversas. El simple hecho de tener que realizar un trabajo en equipo con compañeros de trabajo procedentes de distintas partes del mundo, puede resultar ser un verdadero caos. Esto son solo algunos ejemplos que reflejan la importancia de las competencias culturales a la hora de garantizar el éxito laboral.
La flexibilización del mundo laboral
Por otra parte, también es importante hablar de la gran flexibilidad y diversidad que existe actualmente en el mundo laboral. Las compañías y organizaciones han comenzado a comprender que el éxito de una empresa estará sujeto siempre a las competencias socio-culturales de sus colaboradores.
Según Martinez y Calzado (2006), para cultivar estas competencias debemos de tener ciertos conocimientos acerca de aspectos socio-culturales fundamentales como lo son, por ejemplo, el impacto del racismo y de la pobreza en ciertas culturas, los valores y las discapacidades, las relaciones de poder, el impacto de las políticas públicas, entre otros.
Así mismo, luego de adquirir las apropiadas competencias culturales, el profesional deberá de atravesar por un proceso de adaptación a las distintas culturas de trabajo. Este proceso requerirá de ciertos valores fundamentales como lo son el respeto, la solidaridad, la empatía y la sensibilidad hacia el contexto mismo.
Hoy en día, el mundo avanza a pasos agigantados. Las competencias socio-culturales resultan ser de vital importancia para todos aquellos que quieren garantizar el éxito en sus profesiones y puestos de trabajo. Es por este motivo que, cada día, debemos de formarnos y desarrollarnos no solo en cuestiones de conocimientos y habilidades, sino también en aspectos de sensibilidad y empatía.