El año que paso sin duda que a todos nos dejó distintos aprendizajes. El Covid-19 llegó sin avisar y eso trajo problemas en la salud mental de las personas, entre otras cosas.
Los diez largos meses que duro el confinamiento por sobre todas las cosas produjo pérdidas de seres queridos, familiares y amigos. La vida de los habitantes de México, cambio por completo, al igual que la del resto del mundo.
El virus fue tan fuerte que se declaró emergencia sanitaria, con la cual se cerraron las escuelas, los sitios de diversión, bares, todos los sectores que no fueran esenciales. Esto a su vez trajo otras consecuencias: muchas personas se quedaron sin trabajo.
Los protagonistas de esta historia, sin duda que fueron y son el personal de la salud, que a pesar de las condiciones en las que trabajan(que no son las mejores), ponen su corazón y todo su profesionalismo para recibir a los pacientes que llegan enfermos de Covid.
Problemas en la salud mental por Covid-19
Los meses que pasaron fueron muy duros. Las emociones a flor de piel se hacían notar. La incertidumbre fue la gran aliada de todos los días, al igual que el miedo, el enojo, la tristeza y otros tantos sentimientos negativos.
Todo esto provoco un grave estrés psicológico, por supuesto que en algunas personas más que en otras. Tanto es así, que se define como una pandemia paralela: la pandemia de los trastornos mentales.
Las autoridades de la salud pública exigieron que exista distanciamiento social, que las personas no salieran de sus casas y no fueran a trabajar. Si bien estas medidas sirvieron para que los casos no siguieran avanzando, hicieron que las personas se aíslen y se sintieran solas.
La violencia familiar aumento, los trastornos de la ansiedad, depresión, las parejas comenzaron a separarse mucho más y los niños pasaron horas frente a la PC sin poder relacionarse con sus pares.
Muchos países comenzaron a prestarle atención a todos estos problemas de salud mental, un tema que la mayoría de las veces se pasó por alto, ya que no existían recursos para tratarlos.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud, indico que antes de que comenzara la pandemia, los países solo tenían un gasto menor del 2% de sus presupuestos nacionales en el sector mental. Sumando a esto, los números en cuanto a los profesionales que se dedican a atender las cuestiones mentales no son muchos.
Los grupos más vulnerables a padecer problemas de salud mental
Si bien los problemas de salud mental derivados del Covid-19 los pueden sufrir cualquier persona, no importa en las condiciones en la que se encuentra, hay algunos que son más propensos.
Los primeros de la lista, son el personal de salud, lo siguen los niños y adolescentes. Luego se encuentran aquellas mujeres que padecen mayor riesgo de sufrir violencia doméstica.
Los adultos mayores si bien son el mayor grupo de riesgo de contraer Covid-19 a eso hay que sumarle en miedo de ellos por contraer la enfermedad y no recibir la atención médica necesaria.
Cifras de salud mental en México
Según los datos impartidos por la encuesta de Seguimiento de los Efectos del COVID-19 en el Bienestar de los Hogares Mexicanos, indica que el 65% del total de la población está preocupada por la pandemia. Mientras que en el 29% de los hogares del país se registraron síntomas de ansiedad. Esta cifra aumento a un 34% en sectores socioeconómicos bajos.
En tanto, las organizaciones de Salud Pública y la de Psiquiatría, manifestaron que el consumo de alcohol y tabaco creció ampliamente en toda la población, con un 12% en los jóvenes escolarizados. Al igual que la violencia familiar y entre las parejas.
Queda claro que ante estos números los servicios de salud mental son sumamente importantes para el proceso de recuperación de cada una de las personas que lo necesitan.
La pandemia tiene que ser un constante recordatorio para México y para cualquier país de que la salud mental es primordial para el bienestar de los individuos y las sociedades y que se debe cuidar al igual que todo lo que tiene que ver con la salud pública.