La palabra motivación proviene del término “motivus”, el cual se relaciona al movimiento. La motivación es todo aquello que nos empuja y nos mueve a realizar determinadas acciones. Sin ella, no podríamos vivir. En este artículo, te mostramos los 6 tipos de motivación existentes, según la psicología.
Tipos de motivación
La motivación puede ser clasificada según su fuente de origen. Hay estímulos positivos que generan este tipo de empuje, pero también existen estímulos negativos que también lo hacen. Pasemos a hablar más en detalle acerca de los 6 tipos de motivación, para que puedas así saber cuál es la tuya.
Motivación extrínseca e intrínseca
Podemos decir que estos dos tipos de motivación son los más reconocidos actualmente. Por su parte, la motivación extrínseca surge cuando existe una recompensa externa por alguna determinada acción. No necesariamente debe tratarse de una recompensa económica o material, sino que también puede ser afectiva o emocional.
Por otro lado, la motivación intrínseca surge cuando la recompensa surge del interior de la persona. Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido motivados y orgullosos por conseguir nuestra propia autorrealización. Aquí es el orgullo de la persona el que entra en juego.
Un ejemplo de este último tipo de motivación, es por ejemplo cuando un alumno sigue constantemente sus clases, para conseguir así aprender y ser el mejor en determinada área del conocimiento. Por lo general, la motivación intrínseca está muy vinculada al aprendizaje y al conocimiento.
Además, según Brunner (1966), la motivación intrínseca puede ser clasificada en tres subtipos:
Curiosidad: el deseo de conocer algo nuevo.
Competencia: la necesidad de controlar el ambiente y ser el mejor.
Reciprocidad: la necesidad de responder de manera apropiada a las necesidades de cada situación.
Motivación positiva y negativa
La motivación positiva, surge cuando realizamos determinada acción para lograr beneficiarnos luego con una conducta positiva por parte de otra persona. Esto es por ejemplo, cuando realizamos un trabajo para obtener dinero. La idea en este caso, será siempre actuar para obtener un beneficio, ya sea este material o emocional.
Por otra parte, la motivación negativa surge cuando nuestra acción tiene como fin evitar una conducta negativa (dolores, regaños, etc.). Cuando un niño hace su tarea para evitar ser regañado por sus padres, está utilizando una motivación negativa. Si una persona se pone su cinturón de seguridad con el fin de evitar una multa, también está aplicando una motivación negativa.
Tipo de motivación personal y secundaria
Por último, la motivación también puede ser clasificada según sean los beneficios, primarios o secundarios. Si realizamos una acción con el único fin del beneficio personal, estamos hablando de un tipo de motivación primaria. Por lo general, este tipo de motivaciones refieren a necesidades básicas del día a día, como alimentarnos o preocuparnos por nuestro bienestar personal.
Por otra parte, si el bienestar personal se va a conseguir por medio de acciones de terceros, estamos hablando entonces de motivación secundaria. En este caso, lo más común es hablar de logros y reconocimientos. La motivación secundaria es una de las conductas sociales más conocidas, ya que las personas actúan competitivamente unas con otras, con el único fin de obtener el reconocimiento por parte de otros.
Como lo ves, existen varios tipos de motivación los cuales te empujarán a realizar tus determinadas acciones. Lo único que tienes que hacer, es descubrir que es lo que realmente te motiva, para así luego comenzar a actuar.