Gracias al aporte de varios investigadores de nuestra historia, hemos podido descubrir que la inteligencia va mucho más allá de tan solo rendir en un examen. De hecho, al día de hoy sabemos que existen varios tipos de inteligencia, lo cual es fantástico. En este caso, hablaremos específicamente de la inteligencia práctica. Veamos a continuación qué es la inteligencia práctica, y cómo podemos usarla a nuestro favor.
¿En qué consiste la inteligencia práctica?
La inteligencia práctica es aquella capacidad mediante la cual nos adaptamos al mundo real. Este tipo de inteligencia nos permite sobrevivir, adaptándonos a las distintas exigencias y solicitudes de nuestro ambiente y entorno. Es un concepto que se relaciona bastante con el de resiliencia.
Pero este tipo de inteligencia va mucho más allá del simple hecho de saber adaptarnos a nuestro entorno. Esta capacidad nos permite mejorar a gran escala nuestras relaciones y modo de comportamiento.
En términos más coloquiales, podemos decir que la inteligencia práctica es aquella que nos permite saber qué decir a alguien, de qué forma decirlo y en qué momento decirlo.
“La inteligencia práctica nos permite lees correctamente las situaciones y conseguir lo que queremos”. -Robert J. Sternberg-
Por más sencillo que pueda parecer este hecho, es necesario que sepamos que no todas las personas saben actuar de manera oportuna y precisa ante las distintas situaciones de la vida. Los sesgos emocionales, los prejuicios y la propia programación mental hacen que percibamos nuestro entorno y realidad de una manera distorsionada.
Cuando conseguimos pasar por alto todos estos sesgos y prejuicios, podremos alcanzar la inteligencia práctica. Se trata de ver más allá de la propia situación, para así adelantarnos un paso a los hechos. Esta es una capacidad muy importante a la hora de conseguir alcanzar el éxito en distintos ámbitos de nuestra vida.
¿Cómo se adquiere la inteligencia práctica?
Luego de saber qué es la inteligencia práctica, debemos de centrarnos en comprender cómo se adquiere este tipo de capacidad. Por lo general, esta inteligencia se desarrolla de manera progresiva, con el pasar de los años. La experiencia es la mejor herramienta para desarrollar esta capacidad.
Por otra parte, las personas de nuestro entorno también influirán de gran manera a la hora de desarrollar nuestra inteligencia práctica. Esto debido a que las personas solemos imitar algunos comportamientos y actitudes de personas cercanas a nosotros.
Ejemplos de aplicación de la inteligencia práctica
Las personas que mantienen buenos niveles de inteligencia práctica, siempre conseguirán salir victorioso ante cualquier tipo de conflicto. Esto es porque siempre sabrán cómo actuar ante determinadas situaciones de su día a día. Por lo general, esta capacidad es muy efectiva a la hora de resolver situaciones laborales y personales de todo tipo.
Para aplicar este tipo de inteligencia en nuestra vida, necesitamos combinar dos factores claves: conocimiento y acción. En parte, el conocimiento vendrá dado por parte de la experiencia.
Existen muchos ejemplos de nuestra vida cotidiana que nos permiten aplicar este tipo de inteligencia. Cuando tenemos que llegar a nuestro trabajo y el tránsito evita que podamos avanzar, cuando queremos decir que no a una cita sin quedar mal con nuestros amigos, o bien cuando debemos de regañar a nuestros hijos pero a la vez también queremos dejarles una enseñanza.
Los ejemplos son varios. Sin embargo, todos ellos mantienen un mismo fin: lograr evitarnos el mayor nivel de problemas y complicaciones posibles en nuestra vida. Te aseguramos que este tipo de inteligencia te será de gran utilidad en los distintos ámbitos de tu vida. Si quieres desarrollarla, comienza ya mismo a trabajar en ella.