El outsourcing en México es muy utilizado por muchas empresas, pero también es cierto que en los últimos años se vio envuelto en una grave problemática. Debido a esto se espera que luego de las elecciones de junio se tome una decisión al respecto.
Ahora bien, volvemos al tema principal sobre los salarios que reciben los trabajadores que lo hacen bajo este esquema. Estas personas poseen menos estabilidad laboral al no tener garantizada su permanencia en el trabajo y más carga horaria que no son pagas como corresponde. A todo esto, hay que sumarle, las consecuencias que todo esto provoca en su salud: deterioro físico y mental.
En el país, los trabajadores que son contratados por outsourcing, en promedio al año, pierden entre 41 y 58 mil pesos en remuneraciones y en prestaciones entre 2 y 3 mil pesos.
¿Cuánto recibe un trabajador bajo esta modalidad?
Las personas empleadas a través de agencias de empleo de outsourcing, en promedio reciben remuneraciones por hora. Las mismas son entre un 43% y 30% menos que la media nacional. Por supuesto que depende de qué labor realizan dentro de la empresa.
Además, como mencionamos al comienzo, los trabajadores contratados por outsourcing reciben menos prestaciones sociales en comparación con el resto de los empleados. Por ejemplo, un trabajador recibe prestaciones por un valor de 7.6% de su salario anual, el personal subcontratado recibe entre el 3% y 4%.
Con estas cifras, llegamos a la conclusión de que estas personas si trabajaran bajo un contrato formal tradicional, al año recibirán entre 43 y 61 mil pesos y aún más.
Por supuesto que esta gran diferencia, significa un gran cambio para las familias del país que se encuentran en una situación de bajos ingresos. Pero lamentablemente y con el panorama actual de outsourcing esta situación parece no revertirse.
Outsourcing en México situación actual
En referencia a la situación actual, la problemática se sitúa en que muchos contribuyentes utilizan el outsourcing para evadir impuestos y además, reducen considerablemente el pago de las cuotas obrero-patronales.
Por ejemplo, en el año 2019, las empresas dedicadas a ofrecer outsourcing pagaron 6.862.000 millones de pesos en contribuciones patronales a regímenes de seguridad social. Esto representa 1.9% de lo ingresado por cuotas a la seguridad social en el mismo año.
A medida que los años pasaron, el esquema fue creciendo cada vez más, el personal ocupado en outsourcing pasó de 3.578.247 millones de empleados en 2014 a 5.000.000 en el año 2020 lo que significó un crecimiento de 32% durante este lapso. Por esto es necesario regular la práctica, México necesita que el empleo se reactive pero bajo contratos formales.
La discusión sobre la propuesta de reforma a la subcontratación y las afectaciones que este esquema causa en la economía de México y en los trabajadores tiene un solo objetivo y es terminar de una vez por toda con la práctica ilegal del outsourcing.
Por ello se espera que el próximo 6 de junio se resuelva el problema y se establezcan las siguientes responsabilidades para aquellas empresas que contraten a outsourcing que no esté registrada ante la Secretaría del Trabajo (el mismo tendrá que renovarse cada 3 años):
Multas que van desde 173 mil hasta 4 millones, 344 mil pesos.
Las facturas emitidas no podrán ser deducibles.
La empresa podría ser acusada por defraudación fiscal y el contador o director podrían ser arrestados.
¿Habrá consecuencias si se reforma el outsourcing?
Depende desde donde se analice la práctica de outsourcing, cuáles son los beneficios que cada una de las partes recibe. Pero de lo que sí estamos seguros, es que, si se elimina por completo este esquema, son las empresas las primeras en perder y luego los trabajadores. Claramente las plantillas se reducirán ampliamente.
Ahora bien, ¿quién saca provecho de esta prohibición?, no son ninguna de las dos partes mencionadas, lo será la recaudación, que tampoco alcanzará la expectativa que se tiene. Esto a su vez implica un daño en los ingresos de la empresa, al impedir el crecimiento de la misma.
Lo importante es evitar las malas prácticas y aprovechar el recurso humano, que de hecho en México hay muchas empresas que lo ofrecen.