El panorama de la salud pública en México no es el mejor desde ya hace un tiempo y la pandemia empeoro las cifras en todos los sentidos.
La transición demográfica y epidemiológica es otro de los puntos que coloco a la salud en una situación complicada. Cada vez son más las personas que asisten a atenderse por patologías crónicas, como, por ejemplo: la diabetes e hipertensión.
México, cuanta con más de 127 millones de habitantes y el crecimiento de la población se distingue por un descenso de la mortalidad general; donde se aumenta la esperanza de vida. Estas personas cada vez están más expuestas a distintos riesgos emergentes, como una vida poco saludable y esto comienza a ser un motivo de muerte.
A estos datos, hay que sumarle la pandemia que se padeció por 10 meses durante el 2020. La llegada del Covid-19 fue lo que se necesitaba para comprobar que el sistema de salud público mexicano está totalmente colapsado. Las promesas por parte de los políticos y el poco presupuesto sumaron a que las condiciones sean las peores.
En la actualidad, los profesionales de salud están agotados. Además, los números de estos especialistas con bajos y se necesitarían muchos más para enfrentar la situación.
Según la Secretaría de Salud federal, hay: 37,596 médicos generales; 112 mil enfermeras; 1,284 médicos urgenciólogos, 689 epidemiólogos, 207 neumólogos y 174 infectólogos y estos números no fueron los suficientes para manejar la pandemia.
Números que aterran en la salud pública
La Academia Nacional de Medicina, informa que aproximadamente hay 100 médicos profesionales por cada 100 mil habitantes. Además, esta situación se agrava más, ya que las entidades de la salud cuentan con distinta cantidad de médicos.
Si estas cifras preocupan, se empeora aún más si hablamos de la situación geográfica de los médicos: el 54% se encuentra localizado en CDMX, EDOMEX, Jalisco y Nuevo León, mientras que el 46% restante está dispersado por los 28 estados del país.
A finales del año 2019, el seguro popular dejo a más de 53 millones de afiliados sin la posibilidad de acceder a la salud. Los hospitales públicos se encuentran en condiciones calamitosas, al igual que los Institutos Nacionales.
En la actualidad, con la desaparición del Seguro Popular y la creación del Insabi se incrementó la duda tanto para los usuarios, como para los contribuyentes. Lo ideal hubiese sido que esto ocurriera si el sector financiero y administrativo estuviese “firme”.
Durante los 10 meses de pandemia en los cuales los habitantes se vieron obligados a permanecer en sus casas, no existió ningún plan federal para esta situación. Las decisiones que se tomaron por parte de las autoridades sanitarias fueron fallidas y en algunos casos demasiado tarde.
En México el primer caso de Covid-19 positivo fue confirmado a finales de febrero y recién un mes después de esa fecha se adquirió el equipo de protección necesario para los médicos.
Cuando las cifras seguían creciendo y el sector epidemiológico estaba en rojo, con 10 mil casos de defunciones, se tomó la decisión de pasar a una etapa de “nueva normalidad”. Por supuesto que fue una decisión muy errada.
Actualidad Covid-19: vacunas AstraZeneca y Pfizer
Ha pasado casi un año, desde el primer caso que se confirmó en el país de Covid y gracias a la ciencia hoy en día existen vacunas para protegernos del virus.
Las vacunas son la medida preventiva por excelencia en todo el mundo. Lo importante es que las autoridades correspondientes estén completamente seguras de que sean afectivas. Además, deben ser gratuitas para toda la población en general.
En el mes de diciembre del año que paso, COFEPRIS dio autorización para el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer (necesita conservarse en una temperatura de 70 grados centígrados bajo cero). En este momento México se ubicó en el 5.º país en autorizar el uso de la vacuna.
En cuanto a la vacuna de AstraZeneca, se aprobó su uso también por parte de COFEPRIS, este 4 enero. Esta vacuna es más sencilla de manejar y se puede guardar en una nevera normal. Aparte el costo es mucho menor que la de Pfizer con una diferencia de más de 15 usd por dosis.